Tal vez 2020 pueda ser considerado, para muchos, como el año del cambio, las decisiones audaces y los retos que antes eran inimaginables. El cierre obligatorio por la pandemia del COVID-19 empujó a personas y compañías a pensar en nuevas formas y maneras de comunicarse, trabajar y aprender. Para muchos la transformación es un proceso inherente y orgánico, pero, para otros, cambiar puede generar traumatismos y dificultades. ¿Cómo hacer del cambio una posibilidad de aprendizaje y crecimiento?, ¿qué decisiones son las que se deben tomar para transformar entornos y obtener resultados sorprendentes? A lo mejor las decisiones son también oportunidades para escuchar a quienes tienen conocimientos específicos en ciertas áreas y pueden hacer siempre algo mejor de la manera más novedosa.
Miller & Co, una empresa argentina dedicada a la consultoría, implementación y Educación Building information models (BIM) desde hace 25 años explora y experimenta alrededor de la Información para el Modelado de la Construcción. Esta compañía ofrece servicios de capacitación, outsourcing, implementación y govtech bajo la filosofía BIM a través del cual ordenan el flujo de personas, procesos y herramientas mientras integran actores técnicos y no en entornos altamente colaborativos. A lo largo de su trayectoria ha formado y certificado a más de 10.000 profesionales, lo que los ha convertido en un referente en lo que respecta a enseñanza y aprendizaje bajo este modelo. Sus cursos no solo se estructuran bajo el protocolo BIM sino que además están ajustados a las normas ISO 19.650, lo que garantiza su calidad y robustez conceptual.
Los cursos diseñados por la compañía van desde Autocad hasta Naviswork basis, lo que significa una amplia gama de contenidos para ingenieros civiles y arquitectos que les permite reforzar conocimientos y adquirir habilidades valiosas en sus campos de acción.
Una de las grandes ventajas de este ecosistema de aprendizaje, que se ha gestado desde hace más de dos décadas, es su flexibilidad horaria ya que los contenidos son asincrónicos y pueden ser reproducidos en cualquier dispositivo con acceso a internet, una ventaja altamente valorada en un momento en el que el tiempo de formación ya no es estático y requiere de mayor margen de maniobra para que quienes desean aprender puedan, además, desarrollar otras tareas alineadas a sus intereses personales y cotidianos.
¿De qué manera Zalvadora potenció el conocimiento de años de una organización?
De manera general los cursos creados por la compañía están compuestos de 120 horas de capacitación dividida en dos módulos. El primer módulo dura alrededor de 4 meses en los que el estudiante puede acceder al contenido de la plataforma desde cualquier lugar y a cualquier momento; esta primera etapa finaliza con la entrega de un proyecto por parte del estudiante y, proporciona, además, una certificación con validez internacional. El segundo módulo, que dura 8 meses, es una inmersión en comunidades de aprendizaje en las que usuarios y egresados ponen en práctica lo aprendido y comparten sus conocimientos en discusiones y foros con el fin de afianzar lo aprendido, implementar nuevos proyectos y refinar sus saberes en comunidad y de manera dialógica.
Gestionar el conocimiento y construir comunidades orgánicas es una de las tareas más gratificantes e importantes que ha hecho Zalvadora en los últimos años. Y es que esta manera de aprendizaje, por medio de la cual los estudiantes actualizan y robustecen sus conocimientos (incluso en medio de situaciones coyunturales como la pandemia y el aislamiento) da cuenta de que estar en comunidad sí es posible y que los ecosistemas de aprendizaje son vitales para alcanzar logros importantes de manera individual y colectiva, ya que se basan en una diversidad de contenidos, lugares y fuentes de aprendizaje y dependen en un alto grado de la interconectividad que ocurre dentro y fuera del aula.
La pandemia, sin lugar a dudas, aceleró el proceso de virtualización total de muchas compañías e hizo que aquellas que estaban reticentes a este tránsito se preguntaran el porqué no hacerlo si virtualizar y digitalizar era el común denominador del momento y hoy ha demostrado grandes retos, ventajas y responsabilidades. Si la proximidad era un problema hace un par de años debido al contagio, y la distancia una forma para salvaguardarse, internet se convirtió, entonces, en el eslabón que redujo aquellas distancias y permitió nuevas interconexiones mientras cimentaba un nuevo camino de aprendizaje remoto e interactivo.
La plataforma >LXP de Zalvadora y la herramienta Comunidades fueron las caras visibles de esta nueva etapa de la compañía. Mientras la interfaz ligera, amigable e intuitiva de Zalvadora proporciona entornos virtuales de aprendizaje acordes con las necesidades y requerimientos tecnológicos y técnicos para contenidos BIM, la herramienta Comunidades, dotó a cada curso con una comunidad propia de aprendizaje en la cual los conocimientos se nutrían y transformaban en escenarios de discusión, cambio y renovación. Todo el conocimiento consolidado por años, ahora, al alcance de quienes deseosos buscan adquirirlo, con el plus, de que no solo el contenido está disponible para acceso 24/7 sino que además ahora los estudiantes podían tener feedback, respuestas y asesorías por parte de tutores, recomendaciones y sugerencias de diferente índole entre desconocidos que cada vez más se convirtieron en cercanos gracias a entornos de comunicación interactiva.
Con más de 400 estudiantes al mes y un alto grado de satisfacción por parte de los usuarios, esta alianza entre compañías da cuenta de cómo gestionar el conocimiento robustecido a lo largo de los años y que tiene altísima calidad puede ser guiado por herramientas tecnológicas de muy buena calidad de la mano de equipos con conocimiento edtech al punto de repercutir de manera positiva y arrasadora y convertir lo maravilloso en magnífico mientras el conocimiento se democratiza y expande mucho más allá del aula de clases en el sector de la construcción, que requiere nuevos avances, mentes arriesgadas y colaboraciones eficaces.