Digitalizar tareas y realizar actividades en línea fue una constante desde el inicio del 2020 ya que tras la propagación del virus SARS-CoV-2, en Wuhan, China, en diciembre de 2019, el mundo tuvo que adaptarse a nuevas condiciones que limitaban el contacto físico con el fin de prevenir futuros contagios. Desde que la pandemia se hizo inminente los procesos educativos, de diversa índole, tuvieron que volcarse hacia la virtualización sin ningún tipo de espera; a pesar de que años atrás, este tipo de educación ya había ganado terreno, fue esta contingencia sanitaria la que permitió ver, desde diversos puntos de vista, que la educación virtual es una gran opción no solo en escenarios de emergencia sino también en entornos cotidianos. No obstante, aunque los entornos virtuales de aprendizaje se posicionan en el mercado cada vez más, es necesario conocer a fondo este tipo de sistemas, sobre todo, cuando se trata de situaciones educativas con población vulnerable, ya que las condiciones cambian un poco.
¿Qué pasa con la población vulnerable y los procesos de aprendizaje?
Tanto las ONG como entidades privadas, públicas o mixtas, han encontrado en el aprendizaje virtual una forma contundente de acompañar diversos procesos de aprendizaje con población vulnerable a través de los cuales, los participantes, pueden enterarse de sus derechos o recibir algún tipo de ayuda que mejore sus condiciones sociales. Hasta hace un par de años el enfoque mixto era uno de los más utilizados ya que mezclaba la presencialidad con el uso y acceso a herramientas tecnológicas y permitía que, por medio de una doble vía, los usuarios pudieran capacitarse; sin embargo, la virtualidad se encamina a ser una de las mejores opciones para estas comunidades ya que reduce costos y genera impacto y recordación entre los usuarios.
Intan Realista Zanta Avhisa, gerente del Programa Sungai Sungai, afirma que es necesario que el sector educativo busque e implemente soluciones integrales ya que no es suficiente con implementar innovadores entornos virtuales de aprendizaje si, en el intermedio, los usuarios se enfrentan a condiciones sociales que no les permiten el aprendizaje continuo, fluido y sin restricciones.
En el caso de Colombia, zonas rurales como las selvas del Chocó, se vieron enfrentadas a graves problemas educativos ya que, en su mayoría, los estudiantes de estas zonas no contaban con la conectividad necesaria para acceder a sus contenidos; sin embargo, esta serie de desventajas que emergieron tras adaptarse de emergencia a escenarios online deja entrever, a su vez, soluciones que están en el horizonte, como por ejemplo, el microlearning, ya que requiere poca conectividad y brinda mayor accesibilidad a los usuarios o plataformas en las que se pueda trabajar de manera offline.
De lo general a lo particular: unir esfuerzos y propender por el cambio
De acuerdo con el informe realizado en 2018 por la UNESCO inclusión y equidad son dos aspectos indispensables al momento de formular políticas, planes y prácticas educativas a nivel mundial que involucren a poblaciones vulnerables. Garantizar que los recursos disponibles se usen de la mejor manera trae consigo beneficios no solo sociales sino también económicos a largo plazo ya que incluir a poblaciones de este tipo, en procesos de aprendizaje, garantiza que estas contribuyan retroactivamente a sus comunidades.
Figura 1. Dimensiones del marco de revisión de políticas.
Fuente: adaptado de UNESCO - OIE 2016.
La promoción de políticas públicas que permitan y garanticen inclusión y equidad ha arrojado una serie de lecciones que pueden ser entendidas y aplicadas a nivel global. El documento en mención destaca las siguiente especificaciones que son recomendadas al momento de preparar procesos de aprendizaje que involucren a comunidades vulnerables:
- Tener claridad respecto al propósito y contar con un entendimiento compartido de la razón de ser y los objetivos que se plantean con el fin de cambiar las condiciones inmediatas de la población con la que se trabaja.
- Comprender cuál es el valor añadido de los cambios propuestos y hacer hincapié en los beneficios que trae este tipo de procesos para los padres y los niños y las niñas, para la comunidad en general y para el propio sistema educativo.
- Mostrar y compartir evidencias que permitan emitir juicios informados sobre la situación actual y la repercusión esperada de los cambios propuestos.
- Movilizar redes de apoyo con el fin de promover educación inclusiva y equitativa en diferentes sectores.
- Contar con un grupo dedicado a la comunicación estratégica del proyecto que genere contenido en diferentes canales para llegar a las diferentes partes interesadas.
Esta guía de ruta que sirve para activar el proceso de aprendizaje antes de ejecutarlo, según la UNESCO, es primordial ya que genera empatía y reconocimiento de sectores aledaños, lo que permite que estos se adhieran o incluyan recursos ya sea para trabajos conjuntos o individuales, lo que, en últimas, garantiza una la democratización de oportunidades y la construcción de entornos menos lesivos para las personas más vulneradas.
¿Cuáles son las recomendaciones más importantes para tener en cuenta al momento de empezar un proceso de aprendizaje que involucre poblaciones vulnerables y entornos de aprendizaje?
La investigación de la UNICEF (2020), que brinda recomendaciones ante emergencias educativas con el fin de apoyar a las comunidades más vulnerables en América Latina y el Caribe, recopila información sobre diferentes grupos poblacionales (niñas/mujeres, indígenas, habitantes rurales, migrantes, refugiados y prisioneros) con el fin de caracterizarlos, reconocer sus necesidades y brindarles una serie de recomendaciones a diferentes entidades con el fin de que los procesos educativos o de capacitación no se trunquen ante diferentes situaciones de emergencia.
Dentro de las sugerencias que pueden ayudar tanto a las ONG como a diferentes entidades públicas, privadas o mixtas, a diseñar tanto los cursos como los contenidos, las más relevantes son:
- Utilizar el microlearning como la modalidad de aprendizaje base para este tipo de procesos ya que, en su mayoría, las poblaciones vulnerables que son atendidas no cuentan con acceso constante a internet y lo mensajes de texto a través del teléfono móvil o por medio de aplicaciones como WhatsApp logran vincular a los usuarios y brindan altos resultados y tienen mayor efectividad.
- Enseñarle a estudiantes, maestros, maestras y familias capacidades básicas de alfabetización digital con el fin de que aprovechen cualquier nueva tecnología o conectividad en aras de mejorar sus condiciones actuales de vida.
- Emplear una combinación de enfoques mixtos al momento de caracterizar a las comunidades dado que hay intersecciones entre las poblaciones, como por ejemplo, ser niña/mujer, migrante e indígena. Delimitar el espectro de impacto, en relación a los matices de las poblaciones que serán atendidas, permite que los entornos virtuales de capacitación se adapten y tengan en cuenta las necesidades de los usuarios y no al revés.
- Enseñarles a las niñas y mujeres capacidades laborales, digitales y financieras pertinentes ya que las mujeres y las niñas se vieron particularmente afectadas por el impacto económico de COVID-19. Brindarles conocimientos en campos específicos, que durante años han sido bastión solamente de los hombres, les permite a las mujeres y niñas paulatinamente ir cerrando brechas laborales y salariales con el fin de que ellas tengan más y mejores oportunidades.
- En el caso del trabajo con comunidades indígenas es necesario que los contenidos de aprendizaje sean discutidos con la población para no violar el principio constitucional de soberanía de los pueblos. La planificación conjunta de ciertos materiales permite que las relaciones que se tejan sean horizontales y más fluidas y, por ende, que el proceso de aprendizaje no sea centralizado sino que involucre de manera activa a los participantes.
- Proporcionarle a comunidades indígenas conocimientos básicos de alfabetización antes de distribuir los materiales ya que según el informe, el 32 % de esta población no ha sido parte de algún tipo de escolarización estándar, por lo que es posible que no sepan leer y escribir en español o en su(s) lengua(s) indígena(s), ya que el modo de comunicación que prevalece en estas comunidades es la oralidad. De ser posible, los contenidos educativos deben estar estructurados en la lengua madre de estas comunidades y contar con una versión en español ya sea por medio de subtítulos o como lecciones paralelas, con el fin de que la actividad de aprendizaje y/o capacitación no se convierta en una tarea extra que puede frustrar a los participantes.
- Fortalecer, a través de diferentes actividades educativas, la capacitación de maestros y maestras que hablen idiomas indígenas ya que este apalancamiento entre maestros y maestras de base permitirá que el proceso educativo no culmine cuando termine el curso y/o capacitación sino que continúe y se mantenga en el tiempo.
- En el caso de la población migrante es necesario proporcionarle a padres, madres y familias capacitación en prácticas necesarias para su supervivencia como, por ejemplo, enseñarles sobre las rutas de acceso que les permite regularizar su transito inmigrante, así como habilidades laborales, información sobre el sistema escolar del país que los acoje y acceso al mismo e información vital con la que puedan evitar situaciones tan graves y riesgosas como ser víctimas de redes de trata de personas.
- Brindarle a hombres y mujeres privados de la libertad acceso a información educativa que les permita reconocer sus derechos y acceder a rutas complementarias en caso tal de que estos sean vulnerados o restringidos.
- Incluir en imágenes y diferentes contenidos audiovisuales referentes que no sean símiles europeos sino miembros de comunidades diversas y que tengan diferentes profesiones. Esta modificación, por pequeña que parezca, hace que los participantes se sientan reconocidos a través de piezas que aluden a su existencia material y estética y que no distan diametralmente de su cotidianidad ni de la de sus pares.
- Propender por educar a las poblaciones vulnerables en temas vitales como igualdad y equidad de género, violencia de género y diversidad sexual, entre otros temas vitales.
Si bien parece que el panorama es bastante sombrío respecto a los retos que debe afrontar la sociedad civil en general y, los diferentes entes que regulan procesos de aprendizaje a nivel nacional, al acompañar poblaciones vulnerables en procesos formativos es posible encontrar entornos virtuales de aprendizaje que permitan la democratización del conocimiento y cuenten con altos estándares no solo en lo metodológico y curricular sino también en su dimensión tecnológica. La plataforma LXP Zalvadora ha sido utilizada por organizaciones como Save The Children y GGGI en procesos de formación que han impactado positivamente a las comunidades y han demostrado, una vez más, que la educación virtual puede ser realmente exitosa si se tienen las herramientas necesarias.
Bibliografía
Permadi, M. (14 de abril de 2020). Online Learning, Is It Just for Our Vulnerable Community? Project Child. https://projectchild.ngo/blog/2020/04/14/online-learning-is-it-just-for-our-vulnerable-community/
Guevara, K. (2020). Recomendaciones sobre educación en emergencias para apoyar a las comunidades más vulnerables de América Latina y el Caribe en el aprendizaje continuo durante COVID-19. UNICEF. https://www.unicef.org/lac/media/19806/file
Rutas del conflicto. (2021). Chocó “perdió el año” entre la educación virtual y la pandemia. 070. https://cerosetenta.uniandes.edu.co/choco-educacion-virtual-pandemia/
UNESCO. (2018). Guía para asegurar la inclusión y la equidad en la educación. >https://unesdoc.unesco.org/in/documentViewer.xhtml?v=2.1.196&id=p::usmarcdef_0000259592&file=/in/rest/annotationSVC/DownloadWatermarkedAttachment/attach_import_4a9a67ea-c91b-4f1f-b37c-e9ef7360510b?_=259592spa.pdf&locale=en&multi=true&ark=/ark:/48223/pf0000259592/PDF/259592spa.pdf#[{"num":29,"gen":0},{"name":"XYZ"},0,807,0]